miércoles, 21 de febrero de 2018

LA PROSA ROMÁNTICA

LA PROSA ROMÁNTICA

Antes de centrarnos en la prosa romántica, debemos situarnos en la época. 

Estamos en pleno Romanticismo, movimiento cultural y artístico que se desarrolló en Europa y América durante el siglo XIX. Las características generales del romanticismo son: 

Subjetividad, es decir, la atribución de la opinión propia a hechos. 

Exaltación de la personalidad individual, lo que significa que el yo es el centro y sus emociones y sentimientos son los más importantes.

Oposición a las normas clásicas, lo cual quiere decir que surge la rebeldía mediante la que los artistas románticos se oponen al Neoclasicismo, al que consideraban frío y con un exceso de normas que limitaban la libertad del creador. Esta exigencia de libertad creativa se corresponde con la de libertades políticas, ya que en países como Reino Unido y Países Bajos habían surgido las primeras democracias, y el resto de pueblos querían imitarlos, pero los monarcas absolutos se oponían, por lo que surgen revoluciones.

Valoración de la Edad Media y de las tradiciones nacionales., en la que los artistas románticos pensaban que que estaba el origen de los pueblos. 


Al contrario que la Ilustración del siglo XVIII, que había destacado en los géneros didácticos, el Romanticismo sobresalió sobre todo en los géneros lírico y dramático; creándose nuevos géneros como el drama romántico, que mezclan prosa y verso y no respetan las unidades aristotélicas del Neoclasicismo, desarrollando varios problemas en una misma obra que sucedían durante largos períodos de tiempo, y tenían lugar en distintos sitios.

El teatro fue el gran vehículo de expansión de la expresión romántica, era el género más popular y a través de él se canalizaron sus deseos de libertad y de sentimiento nacional.

La poesía trató de liberarse de las preceptivas neoclásicas, tratando sobre todo temas de amor.

Ahora sí, centrémonos en la prosa romántica española. 

La prosa en la época romántica es el género en el que menos influyen las nuevas orientaciones estéticas. La producción en prosa del Romanticismo español comprende obras históricas, fantásticas y de terror y los artículos de opinión: 

La novela histórica: es un tipo de novela en la que los hechos que suceden a los protagonistas se encuentran situados dentro de un acontecimiento o momento histórico real. Estos personajes están inspirados en la Edad Media, con la intención de dar credibilidad al relato, aunque idealizaban la forma de vivir en esta época en la que triunfan valores como el heroísmo y la generosidad, según los artistas románticos estos valores se habían perdido en la sociedad                                                                              burguesa.En estas novelas los personajes suelen ser rebeldes y en sus vidas se incluye el amor. El escritor romántico más importante de este género es Espronceda.

La novela fantástica y de terror: este subgénero nace en España debido al surgimiento de un sentimiento de sensibilidad en el que se rechaza a la razón y aumenta el interés por los sueños y la imaginación. Además este subgénero se impulsó a partir de las numerosas publicaciones de relatos fantásticos en las revistas de la época. El cuento y la leyenda fueron muy cultivados en Europa y en Estados Unidos. El escritor español más destacado fue Gustavo Adolfo Bécquer, con su obra Leyendas. 

Los artículos de opinión: los escritores románticos se sirven del periódico como vehículo perfecto para transmitir sus ideas de progreso. En sus páginas se propagaban opiniones, acontecimientos y proyectos, lo que permitió el nacimiento de un nuevo género: el artículo periodístico, caracterizado por una prosa llana y directa, y por un tono didáctico. Hay varios tipos de artículos: 

De fondo: aparecen en la primera columna del periódico. Estos artículos son los que mejor reflejan el periodismo romántico, debido su claridad, energía y brevedad, además tienen una finalidad didáctica. 

Literarios: son críticas de textos y representaciones teatrales.

Críticos: tratan la opinión de los escritores románticos sobre diversos temas de actualidad en la época.

Revistas: son artículos en los que se narran, juzgan o comentan los acontecimientos ocurridos en un período de tiempo determinado.

Artículos de costumbres: este tipo de artículos presenta las siguientes características:

Son textos breves que reflejan los ambientes, tipos y costumbres populares.

Su finalidad es reflejar las costumbres sociales pintorescas, ya sea con intención burlesca, filosófica o simplemente par entretener.

Fusionan las formas del cuento y del ensayo, y su observación minuciosa de la realidad los acerca al realismo de la segunda mitad de siglo.


Sueltos o Gacetillas: son los artículos en los que  se concentra todo el espíritu de duda y polémica, generalmente constituyen reflexiones sobre el panorama político español.

En este género destacó sobre todo Mariano José de Larra, que nació  en el año 1809 en Madrid. Empezó a estudiar Derecho y Medicina pero lo dejó por la literatura y el mundo periodístico, firmando sus publicaciones con diferentes nombres.
Se suicidó en el año 1837, debido a que  no era feliz en su matrimonio. Su muerte pasó desapercibida, hasta que en el año 1902, algunos escritores que le conocían consiguieron que trasladaran sus restos al  Panteón de los Hombres Ilustres del cementerio madrileño de San Justo.
Sus obras más importantes son las que creó como periodista, cosechando un gran reconocimiento por sus artículos de costumbres, sociales y políticos, entre los que se encuentran “Vuelva Usted Mañana”, “¿Entre Qué Gentes Estamos?”, “Empeños y Desempeños” o “¿Quién Es El Público y Dónde Se Encuentra?”, estos artículos constituyen una crítica a la sociedad.
También escribió la novela histórica “El Doncel De Don Enrique El Doliente” y la obra de teatro, “Macías”, pero estas dos no son muy destacadas. 

Así que, centrándonos en sus obras más famosas, es decir, las periodísticas, voy a analizar Vuelva usted mañana, que es un artículo donde el protagonista es Monsieur Sans-délai, un francés que ha venido a España para reclamar unas propiedades, presentar unas propuestas de negocio y visitar Madrid. Cuando Sans-délai pretende resolver sus asuntos en quince días, Larra, bajo el pseudónimo de Fígaro le advierte que va a necesitar unos cuantos meses, debido a lo perezosos que son los españoles. Al final del artículo el protagonista acaba dando la razón a Fígaro. El artículo sigue la estructura de introducción, en la que presenta al personaje y el tema sobre el que va a hablar, desarrollo de la trama, en el que explica las vivencias del señor Sans-délai, al que acompaña a hacer sus gestiones, que tardan mucho más de lo previsto ya que las instituciones ponen muchas excusas par evitar trabajar, Larra se toma esta espera con humor y resume esta parte en la frase; “Pues así son todos. No comerán por no llevarse la comida a la boca”, y por último queda la  conclusión, en la que tras seis meses, Sans-délai solo consigue que le repitan la frase vuelva usted mañana, de ahí el título de la obra, Larra resume el artículo en esta frase: no hay negocio que pueda hacer hoy y que no deje para mañana. 

Como conclusión a mi exposición deciros que el Romanticismo se basa en los sentimientos de las personas que los dejaron expresados, rompiendo con la tiranía de la razón de la etapa anterior.


LA NOVELA DE FIN DE SIGLO

LA NOVELA DE FIN DE SIGLO

Yo os voy a hablar de la novela de fin de siglo en España y en Europa. En el ámbito español, esta novela está representada especialmente por la Generación del 98, de la que ya han hablado anteriormente. Como ya sabéis, esta generación destaca por su preocupación por España y por la reflexión que hace acerca del hombre y de su destino. Dentro de esta novela se distinguen dos grandes corrientes, la novela realista y la novela innovadora: 

La novela realista: si recordamos el tema anterior, esta novela se caracterizaba por:

Su objetividad, en la que el autor reproducía la realidad tal y como la veía, aunque también podía adivinarse cierta valoración por parte del escritor a la que llamábamos intención crítica, pues ahora, esta intención crítica se convierte en subjetividad. 

Recordamos también que en este tipo de novela el escritor se enfrentaba a la realidad, situándose en un espacio real y concreto y tratando conflictos contemporáneos. Esto se mantiene tal cual.

Teníamos también la importancia del paisaje urbano, en el ya dijimos que estaban la mayoría de las clases sociales y se encontraban las escenas cotidianas que tanto gustan en este estilo.

Se sigue manteniendo aquello de la oposición a las normas, recordámos que el realismo se oponía al romanticismo, y la persona que se oponía era considerado un inadaptado social.

Además también se conserva la queja de los realistas con respecto a la miseria y a la explotación de la clase obrera.

Esta novela realista también tenía cierto sentido ético, que pretendía captar como eran realmente las personas más allá de sus apariencias sociales.

Se caracterizaba también por su credibilidad, en la que el autor realizaba una observación minuciosa de la realidad, y recopilaba muy detalladamente la información que necesitaba.

Abundaban las descripciones de ambientes y personajes, para los escritores era muy importante el retrato psicológico de estos personajes para que realmente nos identificáramos con ellos.

Los temas se centraban en la tensión entre el individuo y la sociedad, a los que se les atribuía cierto carácter pesimista.

Las técnicas narrativas siguen siendo las mismas que las anteriores:

Por un lado teníamos la presencia de un narrador omnisciente, que era aquel que lo sabía todo acerca de los personajes y de los hechos que contaba.

Por otro lado estaba la participación de los personajes en la obra por medio del diálogo y del monólogo interior.

Lo que sí que también cambia un poco, aparte de la subjetividad, es el lenguaje, que ahora se vuelve más lírico y ya no es tan serio como antes. El escritor se preocupa un poco más por la belleza de las palabras por así decirlo.

En este estilo destaca Pío Baroja, cuya obra maestra, el Árbol De La Ciencia, es una especie de autobiografía, que narra las vivencias de un estudiante de medicina llamado Andrés Hurtado. Esta novela, acorde con las características de las de esta corriente, tiene un carácter pesimista, aunque también se le añade un humor irónico. 

La novela innovadora surge en España como respuesta a la profunda crisis política y social que estaba atravesando el país en el desastre de 1898, en el que como ya vimos en sociales España pierde los últimos restos coloniales que le quedaban en América. Ante esta humillación los escritores idealizan todo lo español, reflejando positivamente los paisajes de Castilla, la historia y las obras artísticas y literarias clásicas españolas. Como características de este tipo de novela, encontramos:

Temas como la muerte, el paso de la vida y la religiosidad.

El irracionalismo, en el que se da más importancia a la voluntad y a los sentimientos como medios para conocer la realidad, que a la razón.

El pesimismo, el estado de ánimo de los escritores se refleja en sus obras, este sentimiento es pesimista debido a la crisis que estaban viviendo.

El decadentismo, mediante el que los escritores expresan tristeza, aburrimiento, melancolía, rebelión y cansancio. Los autores buscan lugares otoñales, ruinas y el pasado. 

El deseo de renovar la literatura, los autores se dan cuenta de que la literatura tiene que ser arte, así que usan el narrador en primera persona, que permite expresar más fácilmente los sentimientos como si fuera el propio personaje el que estuviera hablando, además se incluyen elementos poéticos, se usa la adjetivación y el lirismo, que no es otra cosa que la aplicación de elementos propios de la poesía en escritos de otra clase, también se sustituyen las largas descripciones por otras que se centran más en los detalles más importantes, los que de verdad interesan en el desarrollo de la obra. 

Aquí se sitúa la novela modernista de Valle-Inclán y la novela intelectual de Azorín. 

Ramón del Valle-Inclán nació en Pontevedra en 1866 y murió en 1936 en Santiago de Compostela. En su producción novelística se distinguen dos partes, el modernismo y el esperpentismo.

Las novelas modernistas se caracterizan por su prosa preciosista, en la que refina mucho el lenguaje y lo carga de lirismo. Valle-Inclán se opone a la situación política de su época evadiéndose en el pasado al que embellece y en una sociedad tradicional alejada de la burguesía. Para él este pasado perfecto lo representa el Carlismo que es una corriente que defiende el catolicismo y las cosas tradicionales y que refleja en varias de sus novelas. De esta primera etapa destacan las Sonatas, que narran las aventuras amorosas del marqués de Bradomín. Un hombre muy elegante y educado, que es romántico y decadente a la vez. En este fragmento vemos claramente el decadentismo, ya que el autor se refugia en las ruinas del pasado, además le da cierto toque pesimista e irracional subjetivo, ya que se guía por sus sentimientos a la hora de describir a la chica.

En su segunda etapa, Valle-Inclán mezcla en la novela muchos elementos del teatro, como la abundancia del diálogo y de la acción. En estas novelas Valle-Inclán deforma la realidad para resaltar los aspectos más feos, esto es el esperpentismo. Valle-Inclán trata el mundo de la alta política, en el que pone a los políticos de crueles y corruptos. De esta etapa, una de las obras más características es Tirano Banderas, que constituye una ridiculización exageradísima de un disctador hispanoamericano. 

Azorín, pseudónimo del autor José Martínez Ruiz, nació en 1873 y murió en Madrid en 1967. Sus novelas se caracterizan por su subjetividad y por las descripciones impresionistas que pretenden  ser como las de los diccionarios, aunque dependen totalmente del punto de vista del escritor. Azorín utiliza un lenguaje serio pero con un estilo sencillo y claro. En sus obras es común la falta de acción y de argumento, normalmente son fragmentos sobre la vida, muy comúnmente sobre la suya propia, o simplemente son descripciones muy detalladas de personajes y lugares que llevan a la intriga. Azorín manifiesta la visión de un hombre inteligente al que le gusta reflexionar sobre las cosas y autoanalizarse, dándole más importancia a esto que a su voluntad. Su novela más importante es La Voluntad, de donde toma su pseudónimo. Esta obra trata sobre un superhombre que se fija en las injusticias y en las cosas mal hechas en el mundo, pero que cuando tiene la oportunidad de cambiarlas no hace nada. 

Todo esto es en España, pero la crisis de Fin de Siglo afecta a toda Europa, de forma que este pensamiento de preocupación por el propio país y las reflexiones sobre el hombre y su destino, no son solo de la Generación del 98, sino que la novela europea también lo refleja. Yo voy a analizar la obra Ulises, de James Joyce, que nació en el año 1882 y murió en  el año 1941. Ulises trata sobre un día corriente, 16 de junio de 1904, en la vida de su personaje, Leopold Bloom. Durante este periodo de tiempo Leopold acude con su amigo Stephen Dedalus al funeral de su amigo Paddy, luego va a un burdel y por último a casa de Stephen. Esta obra tiene muchos paralelismos con la Odisea, por ejemplo Stephen, que recuerda a Telémaco, personaje de la Odisea que al principio es tímido y sin energía, pero que al final toma las riendas de la casa cuando su padre no está, y Leopold recuerda a Ulises, buen esposo, valiente, inteligente, buena persona con sus amigos y con una personalidad muy fuerte, además su mujer, Molly, es muy a Leopold, como Penélope. En esta obra se plasma muy bien el ajetreo de la ciudad de Dublín. Además  Los personajes Leopold y Stephen son álter egos del propio Joyce, Leopold de mayor y Stephen de joven. En esta obra se utilizan elementos como el monólogo interior, muy característicos de la novela de esta época como ya he dicho antes. Por cierto, sabéis que los fans de esta obra celebran el Bloomsday, llamado así en honor a su personaje Leopold Bloom, pues esta celebración tiene lugar el 16 de junio, tiempo en el que sucede el relato. Bueno, aparte de esta obra en la literatura europea nos encontramos con obras como la metamorfosis de Franz Kafka, en busca del tiempo perdido de Marcel Proust, la montaña mágica de Thomas Mann y las olas de Virginia Woolf. 

lunes, 12 de febrero de 2018

EL REALISMO EN LA LITERATURA

EL REALISMO

Yo os voy a hablar sobre el realismo en general y en España. Y os preguntaréis, ¿qué es el realismo?, pues es un movimiento artístico y literario que se desarrolla en Europa en la segunda mitad del siglo XIX. Para explicar sus características voy a compararlo con el romanticismo de la primera mitad del siglo. 

El realismo destaca por su objetividad, es decir, el autor observa minuciosamente la realidad, mientras que el romanticismo destaca por su subjetividad, en la que el autor atribuye su opinión propia sobre algún hecho.

Al contrario que el romanticismo, que se caracteriza por el escapismo, en el que el autor huye cuando no le gusta la realidad y se evade en el tiempo y espacio, en el realismo el autor se enfrenta a la realidad, situándose en un espacio real y concreto y tratando conflictos contemporáneos.

En el realismo predomina el costumbrismo, que trata las costumbres y características cotidianas de la época, el romanticismo por su nacionalismo.

El realismo se caracteriza por la importancia del paisaje urbano, ya que hay más variedad en las clases sociales, mientras que el romanticismo prefiere los paisajes naturales, que se adaptan al estado de ánimo del escritor.

El realismo manifiesta su gusto por lo cotidiano, al contrario que el romanticismo que se inclina por las cosas sobrenaturales. 

Ambos movimientos coinciden en su oposición a las normas, aunque en el realismo el que se opone es un inadaptado social y en el romanticismo este personaje es considerado un héroe.

El realismo denuncia la miseria y la explotación de la clase social más baja, sobre todo de los obreros, mientras que el romanticismo destaca por su individualismo, en el que el yo es el centro y sus emociones y sentimientos son los más importantes.

En resumen, el realismo pretende representar la realidad a través de la observación minuciosa, desapasionada, impersonal y objetiva. 

En cuanto a la sociedad de esta época, se observa que la burguesía se acomoda en posiciones de poder, olvidando los ideales revolucionarios románticos. Además el desarrollo de la industria, debido al progreso técnico y científico que acelera la segunda fase de la Revolución industrial, cambia las ciudades, que aumentan debido al éxodo rural, es decir, la migración de los campesinos hacia la ciudad en busca de trabajo. Estos campesinos se convierten en el proletariado, que tiene unas condiciones laborales malísimas, lo que desencadena el movimiento obrero, que reivindica los derechos de este nuevo proletariado. 

Los escritores y los lectores pertenecen a la burguesía, que impone su visión práctica de la vida, exigiendo que en las obras se se reproduzca el el mundo en el que viven y que les preocupa, por lo que los escritores realistas se vuelcan mucho más en la narrativa, especialmente en la novela. 

Esta novela realista refleja la época burguesa, industriosa y práctica, de manera que el escritor actúa como científico a la hora de observar la realidad que le rodea, en estas obras se aprecia un sentido ético que pretende captar la verdad moral de las vidas más allá de las apariencias sociales, es decir, pretende representar como es la burguesía, una clase social que a pesar de vestir bien y tener mucho dinero, pareciendo buena gente, era muy superficial y trataba a sus criados y trabajadores como a basura, creyéndose superior a ellos. La novela realista presenta las siguientes características: 

Credibilidad: el escritor lleva a cabo una observación minuciosa de la realidad, de la que extrae personajes y temas de los que hablar, además, recopila la información que necesita muy detalladamente. 

Abundan las descripciones de ambientes y personajes. Para los escritores es muy importante el retrato psicológico de los personajes, para conseguirlo se profundiza en su pasado, en sus ideas y en sus sentimientos. La sociedad se representa a través de personajes de todas las condiciones sociales, aunque los preferidos son los de la burguesía y el pueblo. 

Los relatos se localizan en pueblos o ciudades concretas e identificables, transcurriendo en el presente.

Los temas se centran en la tensión entre el individuo y la sociedad y se les da un carácter pesimista. 

Aunque son objetivos, en estos relatos es habitual la inclusión de comentarios y valoraciones en los que el escritor toma una postura en los hechos narrados. Por lo que en ellos hay cierta intención crítica.

Las novelas realistas utilizan técnicas narrativas tales como la presencia de una narrador omnisciente, que habla en tercera persona y lo sabe todo acerca de los personajes, su forma de ser y sobre los hechos que narra. Los personajes participan en el relato a través de sus diálogos o mediante nuevas técnicas como el monólogo interior, con la que se reproduce en primera persona los pensamientos de un personaje.

Estas novelas utilizan un lenguaje serio y dependiendo de su nivel sociocultural, los personajes emplean un estilo, forma propia de redactar de cada persona, determinado. El narrador intenta usar un estilo comprensible para la mayoría de los lectores.

Todo esto sería el realismo en general, pero en España, ¿cómo se desarrolla este estilo?

Bien, los escritores realistas españoles son los autores de la generación del 68, que surge a raíz de una Revolución de carácter liberal, la Gloriosa, que tiene lugar en 1868. En el desarrollo del realismo en España se distinguen tres etapas: el prerrealismo, el realismo y el naturalismo. 

Las novelas del prerrealismo se caracterizan por su tono costumbrista y por su carácter moralizador. Fernán Caballero, seudónimo de la escritora Cecilia Böhl de Faber, es la figura más significativa. Su novela, La Gaviota, no es realista del todo porque conserva una visión romántica del mundo.

En el realismo las novelas tratan temas contemporáneos, como he dicho antes los escritores añaden a sus obras ciertas valoraciones propias. Hay dos tipos de realismo, el tradicional, en el que destacan autores como Pedro Antonio de Alarcón con la obra el sombrero de tres picos, y el liberal, con autores como Benito Pérez Galdós con obras como Doña Perfecta.

Por último tenemos el naturalismo, aunque esta tendencia no llegó a desarrollarse del todo en España, simplemente se reconocen ciertas características de esta corriente en obras de Clarín, Galdós y Vicente Blasco Ibañez. 

Si nos trasladamos a Inglaterra destaca Charles Dickens con obras como David Copperfield y Oliver Twist, en las que se trata la dureza de la vida de un niño huérfano, estas obras constituyen un reflejo de la infancia del propio autor. En Rusia sobresalen Fiodor Dostoievski, con crimen y castigo y león Tolstoi, con guerra y paz. Por último en Francia tenemos a Honoré de Balzac con Eugénie Grandet, Stendhal con rojo y negro y Gustave Flaubert con la obra Madame Bovary, que voy a analizar. 

Madame Bovary fue escrita por Gustave Flaubert en el año 1857, trata sobre un hombre llamado Carlos Bovary que es médico, este se casa con una viuda adinerada que fallece, poco antes Carlos había conocido a Emma, hija de un paciente suyo, con la que contrae matrimonio poco después. Emma y Carlos se mudan a Yonville, donde nace su hija Berta, pasado algún tiempo Madame Bovary, conoce a Rodolfo Boulanger, del que se enamora, sin embargo Rodolfo rompe su relación, por lo que ella cae enferma. Tiempo después se encuentra con León Dupuis, con el que también tiene una relación. Emma había contraído muchas deudas que no podía pagar, esta y la ruptura con León Dupuis, son las razones que la llevan a suicidarse. Tiempo después su marido, el doctor Bovary, muere también y la hija de ambos, Berta, termina viviendo con una tía suya.

Aquí he puesto un breve fragmento de la obra que habla del momento en que Emma cae enferma tras romper con Rodolfo Boulanger. 

“Durante cuarenta y tres días, Carlos no la dejó. Abandonó a todos sus enfermos; no se acostaba, estaba continuamente tomándole el pulso, poniéndole sinapismos, compresas de agua fría. Mandaba a Justino a Neufchâtel a buscar hielo; el hielo se fundía en el camino; volvía a mandarle. Llamó en consulta a monsieur Canivet; mandó a buscar a Ruán al doctor Larivière, su antiguo maestro; estaba desesperado. Lo que más le trastornaba era el abatimiento de Emma; pues no hablaba, no oía nada y hasta parecía no sufrir. A mediados de octubre pudo sentarse en la cama, con almohadas detrás”.

LA PROSA ROMÁNTICA

LA PROSA ROMÁNTICA Antes de centrarnos en la prosa romántica, debemos situarnos en la época.  Estamos en pleno Romanticismo, movimi...