El Rococó es un movimiento artístico nacido en Francia, que se desarrolla de forma progresiva entre los años 1730 y 1760 aproximadamente.
El Rococó es definido como un arte individualista, antiformalista y cortesano. Se caracteriza por el gusto de los colores luminosos, suaves y claros. Predominan las formas inspiradas en la naturaleza, la mitología, la representación de los cuerpos desnudos, el arte oriental y especialmente los temas galantes y amorosos. Es un arte básicamente mundano, sin influencias religiosas, que trata temas de la vida diaria y las relaciones humanas, un estilo que busca reflejar lo que es agradable y refinado.
BIOGRAFÍA
Jean Honoré Fragonard nació en Grasse el 5 de abril de 1732 y seis años después se mudó a París, donde su familia hizo unas inversiones fallidas que les llevaron a una crisis económica, por lo que su padre decidió llevarle como escribano al despacho de un notario, aunque poco después Fragonard desveló su talento para el arte.
Jean-Honoré fue llevado ante el famoso pintor François Boucher, quien reconoció sus dotes y lo envió al taller de Chardin. Seis meses después volvió al taller de Boucher, donde adquirió el estilo de su maestro de tal forma que éste le confió la realización de réplicas de sus pinturas.
En 1752 Fragonard ganó un viaje a Roma que retrasó tres años, tiempo en el que estuvo estudiando en el taller de Charles-André van Loo.
Ya en 1756 fue a Italia en compañía de Hubert Robert, esta visita fue clave ya que durante su estancia en Roma pudo admirar los románticos jardines, con sus fuentes, templos y terrazas, donde observó los escenarios que posteriormente pintaría. Sobre su obra influyó también la florida suntuosidad de Giovanni Battista Tiepolo cuya obra tuvo oportunidad de estudiar en Venecia, antes de su regreso a París en 1761.
En 1765 su obra Coreso y Calírroe fue objeto de elogio por parte de Diderot y fue adquirida por el rey, quien la mandó reproducir.
En 1769 se casa con Marie-Anne Gérard y tiene dos hijos.
La Revolución francesa significó el final del antiguo régimen, y Fragonard, cercano a los máximos representantes del mismo, dejó París en 1793 y encontró refugio en la casa de su amigo Maubert en Grasse, que decoró con una serie de paneles decorativos conocidos como Roman d'amour de la jeunesse, originalmente pintados para el pabellón de música de Madame du Barry en Louveciennes.
Fragonard volvió a París a principios del siglo XIX, donde murió en 1806, prácticamente olvidado.
CONTEXTO HISTÓRICO DE SU ESTILO
Hasta 1765 Fragonard dudó sobre la elección de la temática central de sus obras, tenía cuadros mitológicos, religiosos, costumbristas, románticos y retratos, pero en ese momento, la demanda de patrones por parte del rey Luis XV que representasen escenas de amor en la corte dirigió los temas que el pintor adoptaría a partir de entonces. Uno de los aciertos de este artistas fue el de acercar la pintura de los grandes maestros barrocos a una clientela perteneciente a la burguesía y a la baja nobleza, a pesar de pintar también para el rey y la gente de palacio.
Las pinturas de Fragonard están caracterizadas por la alegre gama de colores que emplea en ellas y porque la mayoría de las escenas transcurren en parques y jardines, llenos de árboles y plantas que les dan un matiz paisajístico muy característico, aunque en el año 1769 pinta catorce retratos, que carecen de naturaleza y se caracterizan porque las figuras están hechas con líneas oblicuas y pintadas a base de anchas pinceladas con toques cromáticos aplicados en zigzag. Sus rostros presentan colores muy vivos, entre los que destacan el rojo y el oro.
Se interesó sobre todo por la pintura holandesa, debido a las gruesas pinceladas y el claroscuro ,y en las obras de Rembrandt, utilizando sus efectos de luz y la fluidez de sus pinceladas, lo cual modificó su estilo a partir del año 1770.
Al igual que Tiepolo, Fragonard continúa con la antigua tradición de la pintura veneciana de la cual conserva los colores brillantes y el pincel nervioso.
Hacia 1777 Fragonard usa tonalidades más vivas y con toques rosas o nacarados que definen mejor los temas románticos, aunque como el resto de pintores franceses cambia su forma de pintar las escenas de amor, a las que ahora escenifica con más delicadeza.
En 1780 intentó pintar cuadros neoclásicos ya que el Rococó estaba en decadencia. Paralelamente, trabaja con temas de la vida rústica o de la infancia y adolescencia: una temática por la que se mostraba gran interés en esta época.
OBRAS PRINCIPALES
- La lectora
- El columpio
- Muchacha con perro
- La gallina ciega
- El encuentro secreto
- El amante coronado
- Denis Diderot
- Retrato de François Henri d´Harcourt
- La carta de amor
- Las bañistas
- El cerrojo
- El certamen musical
- El beso robado
- El pequeño parque
- El precio de un beso
- El cumpleaños de Venus
- El precio de un beso
- Jerobam sacrificando a los ídolos
- Coreso y Calírroe
- La tormenta
- Marie-Madeleine Guimard
- Los amantes felices
- El juramento al amor
- Fuego a la pólvora
ANÁLISIS DE EL COLUMPIO
Esta obra es un óleo sobre lienzo de 80x65 centímetros.
La escena presenta un jardín idílico en el que una mujer joven se balancea en un columpio que es empujado por un hombre maduro, probablemente su marido, al que apenas se ve. La joven lanza un zapato al aire para que sea recogido por un joven, probablemente su amante. Encima de este joven hay una estatua de Cupido que pide silencio.
El punto de tensión o centro de interés es la joven cuyos colores cálidos resaltan sobre el fondo verde y azulado, su cara y su vestido son iluminados por la luz que atraviesa las ramas de los árboles.
En la composición se pueden destacar varios elementos
-Una diagonal que forma la cuerda del columpio divide el cuadro en dos partes : en una la escena del balanceo y en la otra lo que se encuentra detrás , el marido
-Por otra parte están presentes los esquemas y líneas de fuerza curvos como en la joven desde su brazo hasta el zapato , en los perfiles de los árboles, las ramas, y que son los que contribuyen al dinamismo.
-Todos los personajes se pueden encuadrar en un triangulo cuyo vértice es la cabeza de la mujer y uno de los lados estaría formado por la diagonal hasta el joven amante.
En el tratamiento de la obra se aprecia una diferencia entre el primer plano o primeros planos con importancia de la línea y con una pincelada que se detiene en marcar los detalles de tallos, ramas, raíces, flores, estátuas, cuerda del columpio y el fondo vaporoso realizado con una pincelada larga y fluida.
-Color. Los colores son suaves e incitan a la alegría y optimismo . Son colores tipo pastel como casi en toda pintura rococó y llaman nuestra atención los colores cálidos como el rosa del vestido , el blanco de las enaguas y el rojo que recubre el asiento del columpio que quedan contrastados con el verde y amarillos de la flora y azul y plateados del cielo y nubes..
La luz dirigida parece colarse entre las ramas para incidir sobre la protagonista, pero deja en la sombra o penumbra gran parte de la escena con las que crea una complicidad para mirar sin ser visto.
El espacio o profundidad se logra mediante una perspectiva lineal , el jardín y los árboles se van estrechando y con la perspectiva aérea mediante colores vaporosos , azulados y plateados.
-Ritmo. Toda la obra expresa movimiento y dinamismo. Recoge el instante o momento de mayor elevación del columpio. Un instante después el columpio empezaría a descender.
ANÁLISIS DE LA MUCHACHA LEYENDO
La Muchacha leyendo es una obra realizada en óleo sobre lienzo de 80x65 centímetros.
En esta obra se representa a una joven perteneciente a la burguesía sumida en una apacible lectura. La escena transmite al espectador calma y serenidad.
La chica aparece sentada y dispuesta de perfil mientras lee un pequeño libro que sujeta con la mano derecha. Está vestida con un vestido amarillo donde destacan los pomposos cuellos blancos. El pelo está recogido en un moño alto que sujeta con un lazo de color beige a juego con otros lazos del vestido. Su postura es delicada y la joven aparece ajena a la mirada del espectador, sumida en su lectura, ni siquiera aparta los ojos del libro que la ocupa.
La escena se compone a través de líneas verticales marcadas por la esquina de la pared y la disposición de la muchacha, mientras que el reposabrazos de su asiento marca una potente línea horizontal. La obra posee una gran gama cromática, en la que el vestido se contrapone con el fondo oscuro y plano de la pared.
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